Aunque el presidente de México Andrés Manuel López Obrador matizó este jueves sus declaraciones sobre una “pausa” en la relación con España y aclaró que no se trata de un rompimiento diplomático, la realidad es que entre ambos países hay tensión diplomática.

 

Ya al inicio del gobierno de la Cuarta Transformación, dividió opiniones la solicitud de México a el Rey de España, Felipe VI, para pedir disculpas históricas por los abusos cometidos durante la conquista de Mesoamérica. Hubo quiénes eran eran las vestiduras como defensores de la “Madre Patria”, y quienes califican a esa época como un “proceso sangriento”.

 

Ahora, en el contexto de la Reforma Eléctrica y la necesidad de terminar lo que el gobierno ha calificado de “contratos leoninos” con empresas ibéricas como Ibrerdola o Repsol, el presidente sugirió una pausa en la relación con España

 

“Eran como dueños de México, era un contubernio arriba, una promiscuidad económica y política, en las cúpulas de los gobiernos de México y España, como tres sexenios seguidos y México se llevaba la peor parte, nos saqueaban. Ya no es buena la relación y a mí me gustaría que hasta nos tardáramos en que se normalizara, para hacer una pausa que yo creo que nos va a convenir a todos, al pueblo mexicano y al español”.

 

Ante ello, el Ministro de Relaciones Exteriores de España, José Manuel Albares fue más cauto en su respuesta:

 

“Voy a verificar el alcance de estas declaraciones que, entiendo, se han producido en un entorno informal y no responden a una posición oficial, o un comunicado oficial”, se limitó a declarar al conservador periódico El Mundo, en España.

Por su parte, Pablo Echenque, portavoz del partido de ultraizquierda, Podemos, respaldó la postura del presidente mexicano

“El está preocupado por las operaciones de esas empresas, quiere que haya un sector energético público y las compañías no están muy contentas. Pero el problema no es con España”, dijo el canciller español quien sostuvo una comunicación telefónica con su homólogo Marcelo Ebrard.

Una vez que agitó las aguas, López Obrador matizó sus declaraciones en la conferencia matutina de este jueves 10 de febrero. Señaló que nunca ha propuesto una ruptura diplomática, aunque de nuevo arremetió contra las empresas de aquel país.

“Lo que dije ayer es ‘vamos por el bien de nuestros pueblos, a tener una pausa’. No hablé de ruptura. ¡No! Vamos a serenar la relación, que no se esté pensando de que se va saquear a México impunemente, eso ya pasó; deberían hasta ofrecer disculpas, no lo han hecho, no importa, pero vamos a entrar a una etapa nueva. Empresas como Iberdrola y Repsol abusaron de nuestro país y de nuestro pueblo”, dijo.

 

El articulista del diario El Confidencial, de España, Mauricio Hernández, considera que todo se trata de retórica del presidente, para distraer la atención de otros problemas en México.

 

“Más allá de las palabras altisonantes y las cartas entregadas a bombo y platillo, la Administración de AMLO nunca ha tomado medidas reales que pudieran perjudicar los lazos México-España. Cuestionado ayer sobre si pedirá la salida del embajador o si solicitará formalmente la pausa en las relaciones, el presidente mexicano lo descartó por completo. No, eso no se puede hacer, sentenció. Y a otra cosa”, dijo el periodista español.