Los resultados son contundentes. Los jaliscienses están más preocupados por su economía, que por su salud, tras la emergencia sanitaria devenida por el coronavirus, Al menos esto reveló la segunda Encuesta de Percepción y Experiencia de la Población del área metropolitana de Guadalajara en torno al COVID19 que realizó la asociación civil Jalisco Cómo Vamos, aplicada por Demoskópica México, vía telefónica del 1 al 4 de mayo, a una muestra representativa de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
La presentación de los datos se hizo vía online, y corrió a cargo de Augusto Chacón, miembro del seminario permanente de JCM, Yasodara Silva Medina, representante de Demoskópica, Victor Manuel Gonzalez Romero, ingeniero químico de la Universidad de Guadalajara, Franisco Nuñez de la Peña, y Eduardo Rodríguez Noriega, jefe de infectología del Hospital Civil de Guadalajara.
Este nuevo levantamiento de información reveló que la población de la zona metropolitana pasó de estar bien frente a la emergencia sanitaria, durante el mes de abril, a sentirse estresada.
Dicha sensación de preocupación o estados de ánimo negativos, estaban más motivados por el hecho de quedarse sin trabajo y no tener un ingreso debido al confinamiento, que a la inquietud de que alguien de la familia se contagiara por COVID19. De los pensamientos positivos, la esperanza de pronto volver a la normalidad incrementó ligeramente.
Dentro de los hogares, el 27 por ciento de las personas se vieron afectadas en su empleo por el coronavirus, mientras que un 72.3 por ciento no. Yasodara Silva defendió el resultado señalando que si bien la cifra puede ser alarmante, esta va más ligada a las afectaciones en los empleos informales.
La encuesta develó que la proporción de la cantidad de personas trabajando fuera de casa subió de abril a mayo; pero que fueron las mujeres a quienes les aumentó el trabajo desde casa. En el grupo con escolaridad de bachillerato o menor aumentó el trabajo fuera de casa, mientras que en aquellos con licenciatura o mayor grado escolar el incremento fue para la modalidad de trabajo en casa.
Para la encuesta de mayo, sólo un 18.5 por ciento de la población consultada presentía que la situación, pronto acabaría y se “volvería a la normalidad”, un avance de 5.9 por ciento respecto a la encuesta del mes de abril.
Sobre las angustias que le ocasionaban pensamientos negativos, la preocupación de de contraer coronavirus, pasó de 52 por ciento en el mes de abril a 39.7 por ciento en el mes de mayo.
De los consultados, sólo el uno por ciento se realizó la prueba para saber si tenía COVID19, y esta salio negativa. Además de que quienes contestaron en un 58.6 por ciento se dijeron estar dentro de la población con perfiles de riesgo como ser adulto mayor, tener hipertensión, diabetes, obesidad, enfermedades pulmonares, entre otras.
Sobre la permanencia en casa, mientras que en abril el 41.5 por ciento de los encuestados declaró haber permanecido en casa todo el tiempo, y un 42.5 por ciento, aceptó haber salido sólo para lo indispensable, para el mes de mayo las cifras cambiaron. Pues sólo el 34.1 de los consultados dijo haber acatado el confinamiento, y las salidas a hacer compras subieron casi un 10 por ciento.
Sobre las cuestiones salariales, el 58.5 por ciento aceptó haber sufrido afectaciones en sus ingresos por las medidas de la contingencia.
Sólo un 5.4 por ciento de los encuestados han recibido algún tipo de apoyo económico del Gobierno, un 3.4 por ciento del gobierno federal, y un 2.0 del gobierno estatal. Un 0.8 por ciento han recibido apoyo en especie del gobierno estatal, 0.9 de los gobierno municipales, 1.1 de las organizaciones civiles, un 0.5 por ciento de la UdeG y un 0.3 por ciento de algún vecino.
Los niveles de aprobación de las medidas del gobierno estatal y federal disminuyeron del mes de abril al mes de mayo. En lo que sí están conscientes los encuestados es que esta contingencia es que las consecuencias serán muy graves.