Ha pasado ya un año en el que 30 millones de mexicanos tomamos una decisión, la de que el PRI saliera de los pinos, y que con ello México tuviera un una nueva esperanza.
Hoy estamos de fiesta en este primero de julio de 2019, y para todos aquellos que han dudado o han creído que la cuarta transformación sería compleja, el Presidente de la República ha demostrado todo lo contrario, porque hoy los más desprotegidos tienen mayores beneficios que el sexenio anterior.
Claro que el Presidente necesita de aliados a lo largo y ancho del país, y es ahí donde debemos poner todas nuestras ganas y la determinación de que juntos podemos avanzar con paso firme a la siguiente etapa que vamos a enfrentar todos los mexicanos.
Tenemos una enorme oportunidad en Puebla, porque aquí Luis Miguel Barbosa ha llegado para cambiar la forma de gobernar, es decir no solo la estructura de gobierno, sino de régimen, y esto quiere decir que hoy vamos a conocer una nueva manera de hacer las cosas.
Este año que se cumple, quiere decir muchas cosas, entre ellas que tenemos pruebas complejas por enfrentar, ya que esta fiesta que muchos podemos celebrar, va más allá de solo debatir lo que se ha hecho y de lo mucho que falta por hacer, se trata de que hemos puesto toda la pasión y energías para encontrar nuevos caminos, y son necesarios porque si queremos ver resultados distintos tendremos que generar acciones nuevas.
Los retos son muchos, pero vale la pena saber que estamos dispuestos a sacrificar por el bien del estado y del país, he tenido muchas colaboraciones en distintos medios digitales, pero a la hora de los hechos necesitamos ver con los propios ojos que estamos generando cambios, que, por muy pequeños que parezcan todos abonan al bien de México.
No debemos confundirnos en que la esperanza viene sola y que con el solo hecho de tenerla ya los cambios están de frente, no, tenemos que alimentar esa esperanza con hechos, y ya son muchos los cambios que hemos visto, entre ellos el combate a la corrupción, que es un tema que a muchos les está causando mal estar, pero la realidad es que el país ya no soporta más corrupción y mucho menos la impunidad de los funcionarios que han abusado de sus cargos para beneficios personales.
El enorme reto es poder alinear a todas las fuerzas políticas del estado para que ciudadanos y gobiernos veamos en la política el vehículo de la transformación, pero esta vez que sea comprometidos por nuestras propias causas, que podamos emprender juntos hombro con hombro todos los caminos de reconciliación existentes.
Esto quiero decir que tenemos que valorar los entornos en los que vivimos, que nuestros hijos aprendan a ser compartidos con los otros, que dejemos de pensar de manera individual y que podamos lograr consensos en nuestras calles y colonias, y esto va en todos los sentidos, desde la seguridad, la educación y el desarrollo de infraestructura que tanto nos urge, pero para lograrlo debemos reflexionar que hemos dejado de hacer durante tantos años, y basta de vernos la cara entre nosotros mismos, necesitamos de la fuerza de todos para hacer realidad cada uno de los sueños que tenemos por delante.
De mi parte no me queda expresar otra cosa más que lo que siento, y es una profunda emoción y ganas de que ya comience el nuevo gobierno en el estado y que todos tengamos la misma pasión para avanzar a paso firme, porque sé que compartimos esa esperanza renovada y todos vemos en el horizonte un nuevo comienzo, pero sobre todo compartimos el profundo amor por Puebla y estoy seguro que pondremos toda la pasión y entendimiento para lograr nuestras metas.