- Existen muchos estudios al respecto, el Banco Mundial o el Latinobarómetro, que son definitivamente un punto de referencia absoluto, sin embargo sus estudios están bastante enfocados en los niveles de corrupción.
Para lograr enfocar un tema tan “Impactante” como lo es la gobernabilidad, es necesario establecer una definición sólida y que tenga resonancia en todos los niveles, porque no es un tema exclusivo del gobierno, si no la sinergia en la que todos los sectores sociales y de poder público participan.
Moisés Naim habla claramente en su libro “El Fin Del Poder” sobre como el poder cambia de manos: de grandes ejércitos disciplinados a caóticas bandas de insurgentes; de gigantes corporaciones a ágiles emprendedores.
Cada vez es más difícil de ejercer el poder y mas fácil de perder. El resultado, como afirma el prestigioso analista internacional, es que los líderes actuales tengan menos poder que sus antecesores, y que el potencial para que ocurran cambios repentinos y radicales sea mayor que nunca.
Es entonces que para que la Gobernabilidad exista, debe lograrse esta sinergia en todos los sentidos, al interior del gobierno es mediante la distribución del poder, es decir que las responsabilidades de actuar con eficacia estén bien definidas y la resolución de los problemas sea efectiva, por lo tanto es un modelo de gobierno evaluativo, y que tenga la capacidad para ir mutándose hacia las exigencias ciudadanas.
La capacidad de gobernar
Decía Diego Valadés que el poder público debe servir para resolver los problemas, porque obras todos los gobernantes pueden hacerlas, pero cuantos de ellos tienen la capacidad para encausar realmente a un gobierno, entonces tenemos de frente dos de tres puntos fundamentales.
La Gobernabilidad: como eje rector de las acciones públicas desde el gobierno, la cual genera con toda la capacidad institucional resultados.
Y como tercer punto el vehículo que se tiene que encaminar para que toda la maquinaria funcione, el proyecto de gobierno, el cual tiene sus propias características y metas, donde debe contemplar involucrar a ciudadanos en su participación para estar al centro de las decisiones públicas.
Esta es una ecuación que definitivamente puede dar grandes resultados en la alineación del poder y todas sus instancias que participan en este ejercicio, por lo tanto debemos tener muy claro que como lo dice Mario Riorda, “Gobernar bien y Comunicar Mejor” es una tarea básica y clara, porque ya tuvimos suficiente de una comunicación de una sola vía, es tiempo de dejar los monólogos atrás y comenzar a tener una generosa interacción, un modelo que deje satisfecho al ciudadano y que logre por fin una cercanía como merecemos todos los poblanos.
El Gobernador Electo Miguel Barbosa, cuenta con estas características de liderazgo y estoy seguro que Puebla tendrá enormes oportunidades para ser “El Estado de la Esperanza”, y por ello tengo un enorme compromiso para poner manos a la obra desde mi trinchera, porque Puebla es mi idea fija.