Por: Ricardo Ortiz Esquivel (imagen @jairbolsonaro)

Me es bastante interesante que Jair Bolsonaro haya elegido la ciudad de Washington como sede para empezar su primer viaje al exterior en lo que va de su administración. El presidente de Brasil entiende la importancia de tener como aliado comercial-estratégico-militar a los Estados Unidos, pero en especial, a la administración de Donald Trump.

Si bien podemos decir, el presidente Trump está pasando por su peor momento en lo que va de su administración, especialmente por los escándalos imparables dentro de la Casa Blanca y el famoso Russian Gate, los cuales han hecho que se tambalee el proyecto de nación del multimillonario de Nueva York.

No es el mejor momento para ir y conocer a Trump o buscar más que una amistad bilateral, eso es más que cierto, pero puede ser un importante evento que marque no sólo a Brasil o a ambos países, sino el hecho que estaríamos viendo dos personajes ultraderechistas que pueden traer nuevas ideas al ámbito político/económico internacional.

Brasilia entiende que atrás deben quedar esas simples relaciones diplomáticas y cordiales, ahora es tiempo de utilizar los contactos diplomáticos, militares, políticos y económicos para seguir una agenda nacionalista- antiglobalista que se comparte con Donald Trump.

Jair estará acompañado por seis ministros y su hijo y diputado federal Eduardo Bolsonaro- sumamente activo en las articulaciones con representantes de la ola neoconservadora mundial. Se sabe que la comitiva brasileña llegó a la capital estadunidense el domingo y finalizaría la gira el miércoles.

Jair sostendrá una reunión privada con Trump en el Salón Oval de la Casa Blanca. Aprovechará también encontrarse con el secretario general de la OEA, Luis Almargo. Dentro de la agenda se incluye la participación en distintos foros económicos que pueden dar grandes oportunidades a Brasil.

Uno de los temas que estará causando más controversia e interés en el Salón Oval, es sin duda: Venezuela y Nicolás Maduro.

Bolsonaro y Trump tienen una férrea oposición a la dictadura de Venezuela y quieren ver derrocado a Maduro. Es importante recalcar que Brasil y EU reconocen a Juan Guaidó como presidente interino, también han aplicado sanciones económicas y un embargo al crudo venezolano que empezará a regir el 28 de abril.

Estos lazos se unen aún más, debido a la reciente visita de Guaidó a Brasil (28 de febrero), donde ambos presidentes reconocen la situación en Venezuela y buscarán los mayores esfuerzos para restablecer la democracia en el país caribeño.

A mi parecer, veo muy difícil que por el momento Brasil adopte cualquier acción militar para resolver la situación de Venezuela, pero puede haber una postura más firme después de la reunión con Donald Trump.

Será muy interesante ver a ambos mandatarios sentados cara a cara y estrechando saludos.

Por último, se sabe que habrá una cooperación cercana en temas aéreos-espaciales, pues Brasil estaría dispuesto a prestar a EU la base de lanzamiento de satélites de Alcántara.

En términos prácticos, Bolsonaro quiere decirle al mundo que Brasil quiere comprometerse con Estados Unidos en cualquier ámbito de cooperación.

Mucho cuidado con las relaciones profundas que se tienen entre Rusia y Brasil, en especial, porque
ambos son parte del bloque BRICS. ¿Estaremos viendo un deterioro entre Brasilia y Moscú?

Con esta visita, Putin se dará cuenta con quién se alineará Jair; por supuesto, será con la Casa Blanca.